Abasidas

 

La aparición de Abderramán I en Al Andalus se debe a la sublevación que se dio en Damasco en contra de los Omeyas, la familia que ocupaba el poder del califato correspondiente. Como consecuencia de ello fueron muertos toda la familia omeya, con la sola excepción del príncipe Abderramán, y sustituida por la abasida (o abasí).

Los abasidas serán responsables del florecimiento del califato de Oriente que en este momento cambian la capitalidad, que se traslada de Damasco a Bagdag.

Las dos monedas que exponemos a continuación son del califato abasida, y más concretamente de Harum-al-Raschid, el más importante de los califas de Bagdag. Gobernó desde el 170 al 194 de la Hégira (786-809 dC).

 

Dinar del 183 H, ¿ceca de Jafin?

Peso: 4 gramos; diámetro: 17-18 mm; grosor: 1´2 mm.

 

Anverso, orla:

«Mahoma el enviado de Dios, envióle con la religión verdadera para hacerla manifiesta sobre la totalidad de las religiones»

Anverso, centro:

«No Dios sino / Allah único / No compañero para él»

Reverso, orla:

«En el nombre de Allah se acuñó este dinar el año tres y ochenta y cien»

Reverso, centro:

«Mahoma / el enviado / de Dios / Ya´far»

 

El año 183 de la Hégira es el 799-800 de Jesucristo

 

En el último renglón del reverso aparece el nombre de Ya´far. Alude a Ya’far el Barmakida, el principal visir de Harun al-Raschid, que fue ejecutado el 1 de Safar del 187 (28.1.803).

Al margen de la posible ceca de Jafin, los dinares abasidas de esta fecha, si no tienen ceca, se consideran acuñados en Madinat al-Salam (Bagdag)

En ese momento en Al Andalus gobernaba el emir Al-Hakam I

 

Califato de Bagdag, dirham del 166 H (782-3 JC)

Peso: 2´9 gramos; diámetro: 25´7 mm.

 

Gobernaba en Al Andalus el emir Abderramán I

 

Pero el califato de Bagdag no siempre fue enemigo de los gobernantes de Al Andalus pues unos años después se instituyó en el norte de África el califato fatimí. Aparecieron así tres califas: el abasida de Bagdab, el fatimí de Cairuán y el omeya de Al Andalus; y los extremos, el oriental y el occidental tenían un enemigo común, el fatimí. Y ya se sabe, ante un enemigo común somos amigos.

La presencia y circulación de estas monedas en los territorios peninsulares evidencia un comercio floreciente.

 

Hay otro hecho que nos da información, aunque pequeña, de la relación de Al Andalus con los abasidas de Bagdag. Y es la compra de un famoso collar que había sido propiedad de Harun al-Raschid y que fue comprado por Abderramán II. Algún día  hablaremos de esto.

 

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