Almanzor, la campaña de Santiago
Sin duda la expedición más famosa realizada por Almanzor fue la que dirigió a Santiago de Compostela.
Las fuentes árabes la califican como gazwa de Schant Yakub (expedición sagrada de Santiago)
Salió de Córdoba el 23 de djumadha del año 387 de la Hégira (3 de julio del 997 de JC) llegando hasta Santiago de Compostela el 2 de sa´ban del 387 H (10 de agosto de 997 JC).
Dos dirhames de Hixén II del 387 H, ceca de Al Andalus
El año que Almanzor realiza la expedición a Santiago
El contenido de sus leyendas es idéntico:
Anverso, centro: No Dios sino / Dios sólo Él / No tiene compañero /Mufarî
Anverso, orla: En el nombre de Dios se acuñó este dirham en Al Andalus el año siete y ochenta y tres(cientos)
Reverso, centro: El Iman Hixén / Príncipe de los creyentes / El que recibe la ayuda victoriosa de Allah / Amir
En estos dirhames, acompañando al nombre del califa tenemos dos nombres. El primero es Mufarî, cuyo nombre completo sería Mufarî al-Amirí, que aunque ahora aparece como jefe de la ceca fue prefecto de policía de Medina al-Zahira. El segundo nombre es el del primer ministro, Amir.
No estaban ajenos a la expedición los condes de Galicia rebeldes al rey Bermudo que no contentos llamaron al mismísimo Almanzor a Galicia. Se repetía este asunto en muy poco tiempo pues ya lo habían hecho con reyes anteriores: la madre del conde Rodrigo solicitó ayuda a Al Haquen II contra el rey Sancho el Gordo.
Sale de Córdoba en dirección a la cacereña Coria, y de ahí a las cercanías de la salmantina Ciudad Rodrigo. Se le suman entre otros los ejércitos de Toledo y Mérida.
Pero lo realmente importante es que había preparado una flota que sale del Algarbe y que llega hasta el río Dweira (Duero). Se interna por él hasta un desembarcadero, y allí construye con los barcos un puente.
Atraviesa más tarde el río Wadi-Miniat (Miño), llegan al monasterio de San Cosme y toman la fortaleza de Scant Belaych (hoy San Payo). Pasa la ría de Pontevedra y el Ayalah (río Ulla) llegando a los lugares santos de Yakub (Jacobo, Santiago). En su avance por las playas se sabe que aprovechó la bajamar de las mareas, pero que en ocasiones avanzó con la pleamar para ganar tiempo.
La crónica de Al-Maqqari, que se ha seguido muy abreviada aquí, ofrece el avance casi a diario de la expedición.
La caballería vuelve por Lugo arrasando los sitios por donde pasa a excepción de los territorios de los condes cristianos aliados que son respetados, y a la altura de Ciudad Rodrigo despacha los distintos ejércitos hacia sus lugares de origen.
Hizo 4000 prisioneros, que hizo cargar durante 200 leguas con las campanas pequeñas de la iglesia y que empleó como lámparas de la mezquita de Córdoba (“Campanas minores in signum victorioe secum tulit, et in Mezquita Cordubensi pro lampadibus collocabit, quoe longo tempore ibi fuerunt”). También se trajo las puertas, que emplearía en los artesonados del techo.
4000 cautivos y carros cargados de oro y plata.
No todo iba a ser alegría: la disentería arruinó el ejército musulmán en su vuelta
Tras la razia de Santiago Almanzor dedica sus energías a las campañas de África pues el antiguo aliado Zeiri ben Atiyya había roto sus relaciones con el califato.