Cambio de Rey, cambio de etapa

Hace unos días hemos sido testigos del cambio de monarca en España, y lo ha sido por abdicación de Juan Carlos I. Lo que vamos a describir a continuación corresponde a un cambio de gobernante, pero no por abdicación sino por muerte del primero.
Las monedas del nuevo Felipe VI está previsto que aparezcan en el 2015, por lo que no habrá, si es así, fechas coincidentes del nuevo rey y su padre. Pero eso no ha sido siempre así pues en el caso que vamos a analizar sí se produce la fecha coincidente.
Lo hacemos en un momento importantísimo como es el advenimiento del califa Al-Hakam II al producirse la muerte de Abderramán III.
La muerte de Abderramán ocurrió el 2 de ramadán del año 350 de la Hégira (15.10.961 JC) con 73 años de edad y después de más de 50 años en el poder (eso son años comparados con los 39 de Juan Carlos).
La sucesión se produjo al día siguiente, el 3, fecha en la que ya hay descritas órdenes concretas del nuevo califa.
Vamos a analizar dos dírhams del mismo año 350 H, uno a nombre de Abderramán y otro de Al-Hakam, y ver si podemos deducir algún hecho de ellas.

Abderramán III, 350 H, ceca de Medina Azahara

Anverso:             No Dios sino / Allah sólo El / No tiene compañero / Ahmad
En el nombre de Dios fue acuñado este dirham en Medina Azahara el año cincuenta y tres cientos
Reverso:             El Imán An Nasir / lidin Allah Abderramán / Amir Almuminin
(El Imán Protector / de la religión de Allah Abderramán / Príncipe de los creyentes)
Mahoma el enviado de Dios, enviole con la dirección y la religión verdadera para que prevalezca sobre toda otra religión, a despecho de los asociadores
  

Al-Hakam II, 350 H, ceca de Medina Azahara

Anverso:             No Dios sino / Allah sólo el / No tiene compañero
En el nombre de Dios fue acuñado este dirham en Medina Azahara el año cincuenta y tres cientos
Reverso:             El Imán Al-Hakam / Amir Almuminin / al-Mustansir billah / Yahyà
(El Imán Al-Hakam /Príncipe de los creyentes / El que busca la ayuda victoriosa de Alláh /Yahyà)
Mahoma el enviado de Dios, enviole con la dirección y la religión verdadera para que prevalezca sobre toda otra religión, a despecho de los asociadores
Son dos monedas similares, con el mismo valor facial, tamaño y peso iguales dentro de unos márgenes. Y por supuesto el mismo metal, plata.
Las diferencias entre ambas monedas vienen determinadas fundamentalmente por el cambio del titular con sus correspondientes títulos y otros aspectos que vamos a enumerar:
Cambio en el orden de las leyendas en el centro del reverso.
En los últimos años del gobierno de Abderramán III desaparecen los adornos en las monedas, iniciándose, aún tímidamente, los adornos con Al-Hakam II; en este caso aparece un circulito en el reverso. No tienen importancia ni las gráfilas (anillos) exteriores que adornan ambas monedas, 3 en el anverso de la primera, 4 en el de la segunda; ni el inicio de la leyenda marginal de los anversos que en el caso de la de Abderramán es recto y en la de Al-Hakam es circular (En el nombre de Dios…)
Cambio en el jefe de la ceca, que pasa de Ahmad a Yahyà, personajes no identificados totalmente. El primero podría ser Ahmad ben Nasr ben Khalid, y el segundo Yahyà ben Muhammad al-Tuyibi. Igualmente este funcionario pasa del último renglón del anverso a igual lugar en el reverso. 
Este hecho del cambio de jefe de ceca es importante pues supone un cambio en las altas esferas de funcionarios y que, posiblemente, sea la causa de que la escritura sea tan distinta en ambos dírhames. Se supone que el cambio de dirigentes llevaría consigo el cambio de otros trabajadores inferiores pues cada personaje tendría su “equipo”. Por eso, quizás, tengamos una escritura con letras pequeñitas en el caso de Abderramán, cambiándose por letras y palabras más amplias y de más fácil lectura en el caso del dirham de Al-Hakam.
Por lo demás el estilo es el mismo, siendo una continuidad del reinado anterior (sería mejor decir califazgo), e igualmente en lo referente al contenido de las leyendas que en la mayor parte se repiten. Y es de notar que esa continuidad no sólo es a nivel numismático sino también político, pues no olvidemos que una moneda es un documento  que refleja la época en que se acuñó.

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