Si tuviésemos que indicar cuál es la moneda más españolaque ha existido posiblemente tendríamos que elegir el denario del jinete ibérico o denario del caballito.
En el anverso aparece una cabeza varonil con el pelo en rizos y la menor parte de las veces imberbe. Se le ha identificado con un dios: Hércules, Hermes o Apolo.
En el reverso un caballo con su jinete, con diversos atributos; normalmente lleva una lanza, pero puede ser también una palma, una espada, un venablo, una hoz o incluso un ave de cetrería. La influencia griega es innegable.
La primera foto corresponde a un denario ibérico de Bolscan. La transcripción de sus leyendas en alfabeto ibero es:
Anverso: BO-N // Reverso: BO-L-S-CA-N
Esta antigua ciudad es la actual Huesca. La grafía del anverso es una abreviatura que corresponde a las letras primera y última del nombre completo.
Bolscan era de la tribu de los suessetanos; llegaron a la península con las invasiones célticas en el siglo VII aC.
La transcripción de la segunda es:
Anverso: CA-TU // Reverso: TU-R-I-A-S-U
Turiaso es la localidad zaragozana de Tarazona
Pertenecía a la etnia de los lusones, anteriores a las invasiones célticas.
Semis ibérico de Sekaisa
Sekaisa es hoy Belmonte
No siempre el caballo tiene jinete. Este es el caso del semis de Sekaisa de la foto. Sekaisa era de la etnia de los belos, que se asentaba también en lo que hoy es la provincia de Zaragoza, entre los ríos Jalón y Jiloca. Era la capital y tenía un poder económico basado en las riquezas mineras del Moncayo
Anverso: S // Reverso: S-E-KA-I-S-A
Este tipo de moneda se emitió en numerosas ciudades ibéricas: Tutia (Atienza), Alegrad (Ágreda), Segóbriga (Segorbe), Segisa (Ceheguín), Bolscan (Huesca), Bilbilis (Calatayud), Cese (Tarragona), Segontia (Sigüenza), Olontigi (Gibraleón), Segia (Egea de los Caballeros), etc.
También nos encontramos con nombres en monedas con el jinete ibérico con localidades desaparecidas o inciertas, como: Salvvie, Esera, Sesars, Arsa o Tzoum.
Analizando estas localidades se observa que son de la Hispania Citerior salvo excepción.
Pero aquí se está dando un caso significativo, y es el enorme parecido que se presenta en los peinados y en el jinete. La semejanza es tal que tiene que haber una “proximidad” entre las localidades expresadas en sus epígrafes. Pero claro, ya hemos hablado de ciudades que se sitúan en las provincias de Gerona, Tarragona, Zaragoza o Valencia por citar algunas, y la proximidad geográfica es absoluta y relativamente dudosa. Una observación minuciosa nos lleva a afirmar que estas piezas podrían haber sido grabadas por un mismo maestro, o mejor dicho por un mismo taller o por una misma escuela. De esta forma llegaríamos a la conclusión de que la proximidad de las piezas del jinete ibérico de la que hablamos nada tiene que ver con la distancia, sino con el momento preciso en que se labraron estas monedas, y que hay que situarlo entre el 200 y el 50 años antes de Cristo; en todo caso estas piezas no traspasan la guerra de Sertorio.
Incluso puede ser que fuesen labradas en el mismo taller piezas de localidades distantes, con lo que estaríamos diciendo que la localidad que aparece en una moneda no indica el lugar de fabricación sino otra información; por ejemplo, que indicase el nombre de la ciudad de donde se había recibido el impuesto. De hecho en una excavación se pueden encontrar juntas monedas de distintas localidades. En el caso de que una localidad centralizase la fabricación de moneda habría que pensar en CESE (Tarraco para los romanos y Tarragona para nosotros) pues era la capital de la provincia y sede del procónsul.
Tenemos aquí la oportunidad de contemplar la escritura del alfabeto ibérico, verdadero tesoro al que volveremos en otra ocasión. Su utilización por Roma nos induce a pensar que estas monedas se labraron para su uso por los indígenas, ya que no serían entendidas por las legiones.
El caballito ibérico fue copiado por Franco en sus perrasgordas de aluminio.
Este artículo está dedicado a los aficionados al caballo de Espiel
Publicado en la revista El Barrero de abril 2012