La moneda de plata más pequeña acuñada con los Austrias y Borbones es el medio real, y es la menor de esa serie de 8 reales, 4, 2, 1 y ½ real, aunque en ocasiones también las hay de ¼ de real. Había comenzado con los Reyes Católicos y algo antes, pero cuando comienza a generalizarse será con los Borbones.
El peso oficial del real era de era de 3´35 gramos, pero en tan pequeña cantidad es difícil ajustar el peso del ½ real. De todas formas estamos hablando del peso “oficial” en un momento determinado.
Carlos II, ½ real de 1689, ceca de Potosí
Peso: 2´15 gramos; diámetro: 15-16 mm.
En este caso el que el peso está entre lo correspondiente a 1 y ½ real por lo que sería difícil determinar cual es la moneda que tenemos en la mano. ¿real o ½ real? Yo me inclino por medio real. Esto es lo habitual con las monedas macuquinas en las que los medios utilizados son muy precarios; son como en este caso monedas acuñadas en las Indias.
Felipe V, ½ real de la ceca de Cuenca, ¿1719?
Peso: 1´1 gramo; diámetro: 16 mm.
Con los primeros borbones comienza la abundancia de medios reales, que se continuará en los reinados siguientes. En las cecas peninsulares la acuñación es a molino, lo que se proyecta en unas preciosas piezas comparadas con lo que hasta ahora había habido con la excepción de Segovia. Comenzaba la modernidad. El año no aparece en este ½ real por coincidir con el espacio del desgaste, pero podría ser de 1719.
En las monedas acuñadas por el procedimiento de molino encontramos numerosas veces la no coincidencia entre el anverso y reverso, producida por el desajuste entre los dos cilindros de la maquinaria.
También se producía el alabeamiento de las piezas que en este ½ real lo notamos en el desgaste en el reverso arriba y abajo, quedando mejor a la izquierda y derecha..
Carlos III, ½ real de 1761, ceca de Madrid
Peso: 1,4 gr; diámetro: 15 mm.
La presencia de la cruz en el reverso de las monedas españolas ha sido una tradición que ya comenzó en la edad Media, una cruz de distintos tipos que la vemos tanto en las piezas castellanas como en las catalanas o valencianas, y que pasó a las españolas en general con los borbones que sería el caso de los tres medios reales que hemos presentado.
Carlos III, ½ real e 1776, ceca de Sevilla
Peso: 1´1 gramos; diámetro: 15 mm,
Pero ahora cambian las tornas, apareciendo en el anverso el busto y en el reverso en escudo. Hasta ahora las piezas áureas habían tenido en el anverso en numerosas ocasiones el busto real pero las argénteas no (a excepción de las europeas) hasta que en 1772 se produce un cambio total de forma que a partir de ese momento todas las monedas de plata llevarán el busto real en su anverso, y eso es lo que ocurre en este humilde ½ real de Carlos III.
Fernando VII, ½ real de Méjico, 1812
Todo lo que tiene de gastado el ½ real anterior lo tiene éste de buena conservación. En este momento, 1812, la península se encontraba en la Guerra de Independencia; por ese motivo el busto es considerado imaginario al no haber llegado a las Indias por motivo de la guerra el busto correcto del rey.
Isabel II, medio real de 1850, ceca de Segovia
Peso: 19´5 gramos
Con Isabel II se produce un cambio cualitativo. El real era la denominación de la moneda de plata, ½ real, 1 real… hasta 8 reales o duro. Pero aquí tenemos el cobre como el metal empleado en el medio real. Y es significativa la doble denominación; Medio real, y cinco décimas con letra más pequeña; se está aquí apuntando al próximo Sistema Métrico Decimal.
Y es curioso cómo el pueblo continúa con la denominación de real cuando ya hacía mucho tiempo que había desaparecido. Un solo ejemplo: los dos reales de Franco que en realidad eran 50 céntimos; pero nos referíamos a ellos como dos reales. El euro barre con todo eso.