Con el primer Borbón, Felipe V, se produce un cambio significativo en todas las actividades de la vida. Las artes, las industrias y las obras públicas…. Y la acuñación y circulación de moneda no iba a ser una excepción.
En cuanto al cobre desaparecen todos los maravedíes con la multitud de resellos que no eran más que consecuencia de la inflación económica del país, y que provenían hasta de los Reyes Católicos. Y no digamos de las múltiples especies numerarias existentes en las distintas regiones con distintos pesos y aleaciones, situación que se daba sobre todo en el vellón y cobre.
Se va a producir la unificación monetaria, asunto importantísimo en un estado moderno al facilitar el comercio.
La Real Orden de 19 de junio de 1718 ordena que las cecas de la Ciudad Condal, Valencia y Cuenca estuviesen preparadas “para la fábrica de vellón y cobre puro y de otras monedas … cuyas monedas han de servir para el comercio común y no para el grueso de letras y pagamentos grandes y reales porque éstos se han de ejecutar en las de plata y oro”
Y en 1730 crea la Real Junta de la Moneda con lo que se regulariza el peso y la ley en la moneda
Y aparecen piezas acuñadas a molino como la que os presento a continuación
Felipe V, 2 maravedíes del 1744, de la ceca de Segovia
Anverso: PHILIP. V. D. G. HISP. REX
“Felipe V por la Gracia de Dios Rey de las Españas”
Reverso: VTRUMQ . VIRT. PROTEGO (Utrumque virtute protego)
“Protejo a ambos con valor”
Estas piezas comenzaron a acuñarse en 1718 en Barcelona, Valencia, Zaragoza y Segovia, pues aunque la Real Orden citada anteriormente hablaba de otras ciudades, en la práctica se cambiaron. Y a partir de 1741, debido a la escasez de calderilla, se acuñaron en Segovia. Estos dos maravedíes corresponden pues a la última fase.
Aunque no se aprecia bien, el escudo real coronado en el anverso con granada y el escusón de lises de los Borbones, y el león abrazando los dos hemisferios en el reverso
Felipe V, ½ real de 1736 acuñado en Sevilla
Peso: 1,30 gr; diámetro: 15´94 mm
Felipe V, 2 reales del 1708 ceca de Segovia
Reverso: DEXTERA. D.EXALTAVIT. ME (Dextera Domini exaltavit me)
“La diestra del Señor me exalte” (Salmo 117)
Esta moneda es de las primeras de plata que se acuñaron, creo que se comenzaron en 1704, y es muy curioso el reverso en el que, además de la leyenda ya mencionada, por el dibujo con el ordinal de su nombre
Felipe V, 4 reales de 1718, ceca de Sevilla
Peso: 10,8 gr, diámetro: 34 mm
La moneda de plata sufrió grandes fluctuaciones sobre todo en las piezas pequeñas, de real y medio real.
En las fotos tenemos tres tipos de piezas argénteas, con grandes diferencias en el reverso.
En las piezas de 2 y 4 reales se aprecia perfectamente la acuñación por molino. Produce este sistema una pequeña curvatura en las piezas; por eso existen partes afectadas por el desgaste que son opuestas: PHI y DEI en el anverso en la pieza de 4 reales. El sistema de molino fue introducido por Felipe II en Segovia para aprovechar la fuerza de las aguas del río Eresma.
Felipe V, escudo del 1738 de la ceca de Sevilla
Peso: 3,36 gr, Diámetro: 17,3 mm, Ley: 22 quilates
Anverso: PHILIP.D.G.HISPAN.ET.IND.REX.1738
Reverso: INITIUM SAPIENTIAE TIMOR DOMINI.S.P.J
“El inicio de la sabiduría es el temor del Señor” (Salmo 110)
En los aspectos formales es en las piezas de oro donde aparecen mayores diferencias con sus antecesores. Con los Austrias no aparecía el busto del monarca en la moneda acuñada en la península (y no olvidemos que la excepción confirma la regla). En cambio, con Felipe V tenemos un busto al estilo francés (por algo había nacido en Versalles), tocado con una peluca que ha dado lugar a la palabra “pelucona” con la que se denominan las piezas de 8 escudos u onzas. Denominación que se aplicará también por extensión a las piezas menores como este escudo. Y se da otra circunstancia, la gran abundancia de piezas áureas comparado con etapas anteriores; abundancia que aumentará en reinados posteriores. Por sus numerosas acuñaciones Sevilla será un referente.
En esta pieza de un escudo se observa que la fecha ha sido modificada, apareciendo un 1738 sobre un 1737. No hay duda que se aprovechó el cuño para su empleo posterior.
Quiero hacer también notar las preciosas frases que se graban en los reversos de muchas piezas.
Excelente Juan Manuel.Cómo a través de la Numismática nos introduces en tiempos que la misma Historia no reproduce.
Interesantísimo como todos, es curioso como se puede estudiar historia y sociología con las monedas.
Muy bueno como todos tus escritos, amigo Juan Manuel.
Estos son los duros antiguos de las alegrías de Cádiz