El horror vacui es el miedo al vacío. Ya lo hemos comentado anteriormente
¿Qué ocurre en las monedas hispanomusulmanas? Pues que son redondas y exclusivamente con textos escritos, quedando dos segmentos circulares libres como consecuencia de una orla circular y unas leyendas centrales lineales.
A partir del año 334 de la Hégira hasta prácticamente el final del califato encontramos una distribución de las leyendas del reverso en los dirhames con unas características similares. Sirva como ejemplo éste:
Al_Hakam II, dirham del 360 H, ceca de Medina Azahara
En el anverso se soluciona el asunto iniciando la orla con una parte lineal, y colocando el nombre del jefe de la ceca (Amir) en el segmento inferior.
Pero, ¿y el reverso? Se trata de unas leyendas centrales con la siguiente distribución:
El Imán Al-Hakam
Amir Almuminin
Al-muçtansir Billah
¿Cuál es la característica básica?
Que se realiza como vemos en tres renglones. Y que deja los dos segmentos circulares libres ahora ocupados en este caso por dos estrellas como solución.
Pero en ese año 360 H se nos presenta una nueva solución al problema, y para ello vamos a describir con detenimiento los dos dirhames que os presento a continuación.
Al Hakam II, dirham del 360 H ceca de Medina Azahara
En el primero vemos en el anverso una orla circular de forma que se ocupa el espacio libre superior con un ramito de tres hojas; y el espacio inferior con el nombre de Amir.
En el reverso, y aquí viene la novedad, tenemos una distribución en cinco renglones:
El Imán
Al-Hakam Amir
Almuminin
Al-muçtansir
Billah
La frase se ha segmentado de forma que queden sus extremos superior e inferior con pequeñas palabras que vienen a ocupar los espacios libres no siendo necesario el empleo de adornos.
¿Y qué ocurre con el segundo dirham?
Al Hakam II, dirham del 360 H ceca de Medina Azahara
La orla del anverso no es circular sino que presenta el inicio de forma lineal (muy usado en las monedas califales y que ya hemos visto en la primera foto), y en la parte inferior nuestro conocido Amir. No es necesario la incorporación de adornos.
En el reverso volvemos a la pieza anterior con esa nueva distribución. Tampoco son necesarios los adornos pues todo queda ocupado
Y no estoy afirmando que sea el horror vacui la causa por la que decide esta nueva distribución. No sé cuál fue la causa de ella ni si fue un capricho del grabador o del jefe de la ceca, lo que sí digo es que vino muy bien para solucionar ese problema del horror vacui. Pero observad la importancia de las palabras que quedan aisladas: El Iman y Allah (El Guía y Dios). Pudo no ser una casualidad.
Este tipo de dírhames los tenemos de forma escasa en dirhames de Al Hakam II en Medina Azahara.