Horror vacui

 

Horror vacui, miedo al vacío.

Esa es una de las características de las artes plásticas, pintura, escultura y arquitectura. Ocurre de siempre, y es en el renacimiento cuando se llega al máximo esplendor, y no digamos con el barroco. Como ejemplos podemos citar la Capilla Sixtina del Vaticano o cualquier retablo barroco de nuestras iglesias.

El hombre siempre ha tenido miedo al vacío y ha tratado de llenar los espacios ya sea en el cuadro o la escena que tiene delante. ¿Habéis visto algún cuadro al óleo que no esté enteramente ocupado por la pintura?

Y en numismática ocurre lo mismo.

Las monedas en general son redondas, estando las leyendas en las orlas circulares externas y ocupando el centro el busto del rey o dibujos de animales, escudos…Pero se da una excepción y es en la moneda musulmana. Todos sabemos que los musulmanes no incluían bustos de personas o animales en su pintura, escultura … Y las monedas no iban a ser una excepción.

Nos vamos a centrar en la moneda hispanomusulmana y dentro de ella en la etapa califal. Vamos a ver lo que ocurre en los reversos de dirhames con eso que conocemos como horror vacui.

Tenemos líneas horizontales en la escritura central a la vez que una orla o borde curvo formándose así dos segmentos circulares. Veamos ejemplos en los que esos segmentos circulares quedan vacíos:

 

1.- Abderramán III, 335 H, ceca de Al Andalus

2.- Abderramán III, 335 H, ceca de Al Andalus

 

Parece que les molesta a los grabadores y responsables de la ceca que queden esos espacios vacíos y colocan un adorno que indistintamente puede estar en el segmento superior o inferior. Casi siempre en el superior.

O se colocan dos adornos, uno arriba y otro abajo, que pueden ser puntos, circulitos, gotas o estrellas.

Y en otras ocasiones comienza a aparecer el nombre de Almanzor en el segmento inferior, combinado o no con adornos en el superior. Se trata de dirhames de Hixén II.

 

1.- Abderramán III, 338 H, ceca de Medina Azahara

2.- Hixén II, 388 H, Al Andalus

3.- Al-Haquem II, 358 H, Medina Azahara

 

 

Un caso aparte lo forman las piezas de Medina Azahara en sus primeros años en los que los espacios se ocupan con preciosos adornos florales combinados a veces con la flor de lis:

 

1.- Abderramán III, 337 H, Medina Azahara

2.- Abderramán III, 337 H, Medina Azahara

 

 

Y ya encontramos nombres en los dos segmentos que nos aportan información suplementaria sobre la época. En el primer caso tenemos Abd-er Rhaman compuesto y distribuido en las dos partes; era el responsable de la ceca. En el segundo Príncipe heredero – Muhammad. Esta fórmula aparece ahora por primera vez y a la que nos hemos referido en otras ocasiones. Y en el tercero El Hayib – Abdelmelic; era el hijo de Almanzor que a su muerte le había sucedido en el cargo de Primer Ministro.

 

1.- Al Haquem II, 353 H, Medina Azahara

2.- Çuleimán, 400 H, Medina Azahara

3.- Hixén II, 393 H, Al Andalus

 

En todos estos casos permanecen las leyendas centrales (3 renglones) siendo los adornos u otros nombres los que producen los cambios.

 

 

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