Abderramán III había nacido en el 891, sucediendo a su abuelo el emir Abdallah pues su padre había muerto el año 912.
Después de 16 años como emir, proclama el califato omeya de Al-Andalus el 929 dC (316 H), y como símbolo de poder decide la construcción de una nueva ciudad: Medina Azahara, la Ciudad Brillante. Se inicia la construcción el 19 de noviembre del 936 dC (1 de muharran del 325 H) según Ibn Hayyan, datos que procedían del propio arquitecto jefe de la obra Maslama ibn Abdallah.
Abderramán III, dirham del 325 H, ceca de Al Andalus
Este año comenzó la construcción de Medina Azahara
“No fue un hecho caprichoso, no fue un hecho anecdótico o con fundamentos legendarios. Fue una actuación consciente de la política del nuevo Califato de Occidente. La fundación de una nueva ciudad por la voluntad del nuevo Califa refleja la manifestación de poder y la autolegitimación del mismo frente al mundo oriental”. (Pedro Marfil)
Al propio califa se le atribuye este verso: “Cuando los reyes quieren que se hable en la posterioridad de sus altos designios, ha de ser con la lengua de las construcciones…”
Se realiza a 5 kilómetros de la muralla de Córdoba.
En el 941 de inicia la construcción de la Mezquita, y en el año 945 se produjo el traslado de la corte.
Y en el 947-8 (336 de la Hégira) sale la primera moneda de la nueva ceca que se construye en Medina Azahara, de forma que existen piezas de ese año acuñadas en la ceca de Al Andalus (localizada en este momento en Córdoba) e igualmente en la de Medina Azahara.
Es muy importante insistir en cuanto al nombre de la ceca pues hasta ahora aparecía el de “Al Andalus”, que sería así como “España Musulmana”, pero ahora tenemos el nombre de una ciudad, de una nueva ciudad, lo que parece indicar que se supiese que era el centro del mundo. Y téngase en cuenta que en los próximos 30 años toda la moneda que circuló en la España musulmana fueron las piezas acuñadas en Medina Azahara.
“Madinat al-Zahra”
en un dirham muy bien conservado
Abderramán III, dírham del 336 H, ceca de Al Andalus
Abderramán III, dírham del 336 H, ceca de Medina Azahara
Cortesía de Nebrix
La característica de las piezas de esos años es una extraordinaria belleza como se puede observar, destacando los adornos de las orlas que ahora ya no son simples líneas circulares sino que aparecen líneas formadas por espigas, cadenetas, cenefas de corazones, puntos… o la combinación de ellas. Y tanto en las orlas externas como en la interna. Y los adornos de determinadas letras finales junto a los que ocupan las partes que quedan libres en las áreas.
La diferencia entre las piezas de ese año de ceca Al-Andalus o Medina Azahara está como hemos dicho precisamente en la ceca, y también en el funcionario que aparece en ella que en el primer caso es Abdallah y en el segundo Muhammad (último renglón del anverso).
Del primero se sabe que su nombre era Abdallah ben Muhammad, y del segundo que es posible que su nombre completo fuese Muhammad ben Ahmad ben Hudayr que ya había sido el jefe de la ceca en los años 332-4 H.
Como detalle que en las monedas de la ceca de Al Andalus, la primera fotografía, aparece por primera vez la flor de lis en la moneda, un dibujo que se hará muy común en los años posteriores.
No obstante hay un dato que resulta confuso. Aben Adzari nos indica que el califa separó como jefe de la ceca a Abdallah ese año siendo la causa la baja ley y peso de las monedas, por lo que fue prendido; y que lo sustituyó por Abderramán ben Yahya ben Idris. Y es cierto que desaparece el nombre de Abdallah como jefe de la ceca, pero el nuevo nombre que aparece es Muhammad. Se da aquí una disarmonía entre las fuentes escritas y la realidad numismática. Como explicación a este hecho podríamos decir que hay un error en la información transmitida por Aben Adzari, o que se produjo un nombramiento y destitución simultánea de ese Abderramán ben Yahya.
Buen momento para sacar este artículo.Córdoba ya tiene 4 «patrimonios» que no son «moco de pavo». Gracias Juan Manuel.