Los emires de Al Andalus
Muhammad I
Con Abderramán II indicábamos el gran número de ejemplares que se acuñan, símbolo de la riqueza del momento. Ahora, con Muhammad I se llega al cénit del emirato por la alta calidad alcanzada.
Los dirhames de Muhammad I son en numerosas ocasiones similares a los de Abderramán II, su padre. Los encontramos así con una factura tosca, con letra pequeña, con una gráfila separando las leyendas exterior y central del anverso, o con líneas hendidas que aparecen en las caras y que se corresponden con las inscripciones de la cara opuesta.


Muhammad I, dirham del 241 H, ceca de Al Andalus
E incluso con el nombre de algún alto funcionario como es el caso de la foto precedente, con un dírham en el que aparece en el último renglón del anverso el nombre de Mu’had, identificado como el padre del faqih Abu Amr Sa´d ben Mu´had ben Utman.



Muhammad I, dirham del 254 H, ceca de Al Andalus
Peso: 2´6 gr; diámetro: 29´8 mm
Pero lo realmente sorprendente es la serie que describimos a continuación. Se trata de dos dirhames con unas características únicas.
El primero es del 254 H, y en él el tamaño, la epigrafía, la cuidadosa acuñación… todo lo que digamos de esta serie es poco. Y sobre todo los adornos, con algunas palabras como la ceca y la fecha que terminan en palmetas dobles, que nos apuntan ya a los adornos de las monedas de Medina Azahara.



Muhammad I, dirham del 268 H, ceca de Al Andalus
Peso: 2´65 gr; diámetro: 29 mm
Y el segundo un dirham que podríamos calificar de extraordinario. De él se conocen, que yo sepa, dos ejemplares, éste y otro.
En la parte inferior del reverso aparece un nombre que se lee con dificultad. Podría tratarse de Jalaf.
Nos encontramos aquí con una de las cuestiones no concluidas del numerario musulmán.
El nombre de Jalaf lo encontramos en feluses africanos acuñados en Tánger y en algunos dirhames igualmente africanos de tipo idrisí, o abasí (estaríamos en los años 175-6 o 188-9 H). Y en el 227 H lo encontramos feluses aglabíes. Todos los anteriores circularon junto con los andalusíes. (Ramón Rodríguez, 2013)
Sólo un año después, en el año 269 H, Frochoso cita dirhames del emir Muhammad I con el nombre de Jalaf, con lo que las posibilidades de que sea ése el nombre que aparece en este dirham aumentan significativamente.
Aparte de los africanos, en los que el tal Jalaf no sería el de éstos de Al Andalus del 268-9 H simplemente porque estaríamos hablando de un personaje con una edad inapropiada, ahora habría que identificarlo con Jalaf el tesorero de Ibn Hafsum, el rebelde al poder central. O bien Jalaf ben Muhammad ben Wafid, que sería inspector del ejército con el emir Abdalah.


Muhammad I, felús del 268 H, ceca de Al Andalus
Los feluses de Muhammad I distan mucho de los toscos feluses del Periodo de Conquista y tienen, como se aprecia en éste, una perfecta caligrafía. En la parte superior del reverso aparece una marca que mis cortos conocimientos no me permiten identificar.