Ludovicus

 

Luis I es el monarca con una vida real más corta en España a excepción de Felipe El Hermoso.

Es proclamado rey de España el 9 de febrero del 1724, y muere de viruela el 31 de agosto de ese año.

Era hijo de Felipe V y María Luisa de Saboya. Cuando comenzó su gobierno su padre ya había contraído matrimonio con Isabel de Farnesio, cuya influencia se manifestaba tanto en el gobierno de Luis como en el de su padre Felipe.

¿Cómo es posible que Felipe V abdicase en su hijo Luis cuando éste sólo tenía 15 años?

Felipe V abdica en su hijo pero la realidad no era exactamente así pues había dos cortes, una en La Granja de San Idelfonso y otra en Madrid. Y Felipe dejó nombrados los ministros de Madrid sin renunciar a intervenir en los asuntos de Estado.

La abdicación le dejaba libre para optar por el trono de Francia cuyo rey se encontraba enfermo. Por una parte los acuerdos internacionales impedían que se unificasen los dos reinos, y por otra se detecta la ambición de su segunda mujer, Isabel de Farnesio, que así tendría un reino para sus hijos. Las cosas cambiarían y se aceleran cuando Luis muere ese mismo año.

 

 

Luis I, 2 reales de la ceca de Segovia, de 1724

Peso: 6´15 gr.; diámetro: 26-27 mm.

 

Anverso: LUDOVICUS I – D G – R II – F

Reverso: HISPANIARUM REX – 1724

 

En teoría sólo del año 1724 debería de haber monedas de Luis I, pero no es así pues también las vemos de hasta 1727 en las cecas americanas. Es totalmente normal esa circunstancia dado que el proceso de fabricación era artesanal a la vez que unos transportes que en nada se parecían a los actuales, prolongándose el uso de los cuños aún cuando el monarca ya había fallecido.

Podríamos pensar que las monedas de Luis I son escasas por haber reinado sólo un año, como así es. Y si comparamos su número con las de su progenitor veremos que la proporción es muy baja ya que éstas son muy abundantes, pero si consideramos que Felipe V reinó un total de 46 años las cosas cambian.

La realidad es que no hay piezas de cobre, y de plata sólo de dos reales en piezas peninsulares. Y de oro las hay en más valores pero esas no se ven.

O sea que las que se ven son de dos reales.

 

Estos dos reales están acuñados por el procedimiento de molino en Segovia. El procedimiento de molino consiste en dos cilindros que giran arrastrando una lámina metálica. Como los cilindros tenían grabadas sendas caras de la moneda, éstas quedaban incorporadas a la moneda. Posteriormente se recortaba la pieza.

El movimiento de los cilindros se obtenía a partir de la potencia proporcionada por las aguas del río Eresma a su paso por Segovia.

Era muy importante que existiese coincidencia de los grabados de las caras, y como se puede observar en estos dos reales no había una perfecta coincidencia pues el reverso está evidentemente desplazado. Los operarios no estaban realizando su labor con meticulosidad.

Esta moneda está excepcionalmente bien conservada

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