En el penúltimo artículo hablamos de la ceca de Jubia como una de las consecuencias de la invasión francesa en territorio español. Pero tengamos en cuenta que las situaciones numismáticas durante la invasión son numerosas. Hoy vamos a ver otra, en la que describiremos las monedas de cobre con ceca de Cataluña.
En primer lugar hay que decir que en la España de esos años de la guerra se organizaron las Juntas que sustituían a un gobierno inexistente: una Suprema Junta Central, de la que dependían las Juntas Superiores, y de éstas las Juntas Corregimentales.
En los aspectos numismáticos nos encontramos con piezas acuñadas por la Junta Superior de Cataluña, las batidas por ciudades de forma independiente, las acuñadas en Madrid, Cádiz o Jubia, las acuñadas en los territorios americanos…. y no digamos de las acuñadas por el gobierno francés a nombre de José Napoleón.
Hoy hablaremos de monedas de cobre acuñadas por la Junta Superior del Principado de Cataluña.
Como consecuencia de la guerra los gastos de la defensa de Cataluña originaron unas actuaciones encaminadas a proveerse de metales para la fabricación de moneda. Ya en 1808 se tomó la décima parte de los metales nobles de los particulares, para algo después pasar a la tercera parte y finalmente a la mitad del oro y plata de los particulares “y de la que buenamente puedan proporcionar las iglesias sin menoscabo del Divino Culto”
Las monedas a nombre del Principado de Cataluña, o lo que es lo mismo, las monedas con ceca de Cataluña, se acuñaron en Reus y Tarragona para pasar a Palma de Mallorca en 1811, funcionando hasta el 30 de junio de 1814. Su evolución simplificada si no se me ha pasado nada podría quedar así:
1.- En Reus desde julio de 1809 a 20 de marzo de 1810, al ocupar la ciudad los franceses.
2.- El 21 de marzo de 1810 se trasladó a Tarragona.
3.- Vuelve a Reus el 14 de abril la emisión de piezas de plata al evacuar los franceses dicha ciudad.
4.- El 16 de abril pasa a Tarragona la emisión de cobre.
5.- El 14 de agosto pasa nuevamente a Tarragona otra vez por la ocupación francesa de Reus.
6.- En mayo de 1811 pasa definitivamente a Palma de Mallorca
Todo esto nos viene a decir que la ceca de Cataluña era una ceca volante.
Fernando VII, 6 cuartos de 1812. Ceca de Cataluña
Peso: 13,6 gr
Anverso: FERDIN VII HISP REXN 1812
Reverso: PRINCIP CATHAL VI QUAR
Fernando VII, 3 cuartos de 1812, ceca de Cataluña
Peso: 7´1 gr
Anverso: FERDIN VII HISP REX 1812
Reverso: PRINCIP CATHAL III QUAR
Y ya, centrándonos en la moneda de cobre, se acuñan piezas de ½, 1, 1 ½, 2, 3 y 6 cuartos. En las fotos las dos piezas mayores.
Seis y tres cuartos en 1810, 1811, 1812, 1813, 1814. Se continuaron acuñando en Tarragona durante los años 1810 y 1811 debiendo corresponder a esta ciudad parte de las piezas de seis cuartos de 1810 y parte de las de 1811 en que fue trasladada a Palma. Fueron acuñadas estas dos monedas por lo tanto en Palma de Mallorca.
De los seis cuatros se labraron durante todo el tiempo de su fabricación 1.835.975 con un peso cada una de 8 adarmes (14,4 gramos), y de 3 cuartos Se acuñaron 4.213.280, de peso 4 adarmes (7,2 gramos).
Es característico en estas emisiones la unidad monetaria, el cuarto, que equivalía a 4 maravedíes. Para hacernos una idea del valor real de esa moneda de 6 cuartos tenemos que un pan de una libra, algo menos de ½ kilo, valía 7 cuartos a mediados del siglo XVIII. O sea, que con esa moneda casi te podías comprar un pan.
Y también lo es que el peso se expresa en adarmes, medida de 1´79 gramos
Como se ve el Sistema Métrico Decimal estaba lejos aún.