Con Isabel II se da un hecho singular. Podemos encontrarnos con monedas prácticamente iguales pero que son totalmente distintas en cuanto al valor facial, por lo que lleva a la confusión a un no aficionado.
Este es el caso de las tres piezas que hoy presentamos en las que, como se ve, tenemos un anverso exactamente igual. Y lo mismo ocurre con el escudo del reverso. Y por supuesto que el peso y tamaño es el mismo.
Isabel II, 4 reales de 1858, ceca de Madrid
Peso: 5 gramos
Ley 900 milésimas
La primera son 4 reales correspondientes al sistema del real de vellón que se introduce en 1848. Su objetivo era nivelar el cambio con la moneda francesa e implantar el Sistema Métrico Decimal. Es el primer paso para la implantación de dicho sistema: Ahora se pierde la costumbre de contar en maravedíes pues un real tiene ya 100 céntimos. La ley de esta moneda es la misma de piezas de mayor tamaño, 900 milésimas.
Isabel II, 40 céntimos de escudo de 1866, Madrid
Peso: 5 gramos
Ley: 810 milésimas
La segunda corresponde al sistema del escudo de plata. La unidad es el escudo en plata, equivalente a 10 reales de vellón. Estas monedas de 40 céntimos de escudo se acuñaron en Madrid, Sevilla y Barcelona con una ley de 810 milésimas. En este segundo paso sigue habiendo monedas de oro, plata y cobre, pero su valor facial es el mismo en cuanto se expresa sólo en escudos y céntimos.
A partir de este momento había desaparecido el antiguo sistema y se estaba en condiciones de la total implantación del Sistema Métrico Decimal con la peseta, que será el próximo paso y ocurrirá sólo 3 años después.
Isabel II, 20 centavos de peso de 1868, Manila
Peso: 4´8 gramos
Ley 810-900 milésimas
La tercera es una moneda acuñada en Madrid con destino a Filipinas. Su valor es de 20 centavos de peso, siendo el peso la unidad en el archipiélago. Además del valor se observa que las estrellas del reverso tienen las 5 puntas propias de Filipinas.
Otra diferencia está en el lugar que ocupa el valor, que si en el segundo caso está en la parte inferior, en el primero y tercero se sitúa a los lados del escudo.
Con respecto a la ley de esta moneda hay dudas de si es de 810 o 900 milésimas pues los autores consultados afirman ambas finuras metálicas.
La variedad en la moneda de Isabel II es tal, que tengo amigos que sólo coleccionan monedas de dicha monarca.